NO ESTOY SOLO, EL ESPIRITU SANTO ESTA EN MI
Contexto Biblico
"Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días." Hechos 1:4-5
Este pasaje se encuentra al inicio del libro de los Hechos, que narra los acontecimientos posteriores a la resurrección de Jesús. Los discípulos, tras la ascensión de Jesús al cielo, se encuentran reunidos en Jerusalén. Jesús, antes de ascender, les había dado esta importante instrucción.
Esperar la promesa del Padre:
Jesús les indica que no deben dispersarse sino que deben esperar en Jerusalén. Esta "promesa del Padre" a la que se refiere Jesús es el bautismo en el Espíritu Santo, una experiencia que transformaría radicalmente a los discípulos y les daría el poder para ser sus testigos en el mundo.
Jesús contrasta el bautismo de Juan con agua, con el bautismo en el Espíritu Santo que ellos recibirían. Este último bautismo no es una ceremonia externa, sino una experiencia interna que los llenaría del poder de Dios para llevar a cabo su misión.
Hechos 1:4-5
Nos muestra la importancia de esperar en Dios y en su Espíritu Santo. Nos recuerda que como hijos de DIOS y Discipulos de Jesús, debemos esperar la dirección del Espiritu Santo, pues el nos da todas las herramientas, sabiduria y unción para hacer lo que Él nos ha mandado.