Si Dios prometió, Él cumplirá
Números 23:19
"Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. ¿Acaso él dijo, y no hará? ¿Habló, y no lo ejecutará?"
Contexto Biblico
Este versículo es parte del libro de Números, que narra el viaje del pueblo de Israel por el desierto. En este pasaje, el rey Balac de Moab ha contratado a un profeta llamado Balaam para que maldiga a Israel. Sin embargo, cada vez que Balaam se prepara para maldecir, el Espíritu de Dios lo llena, y en lugar de maldiciones, solo puede pronunciar bendiciones. Este versículo es parte de la segunda bendición que Balaam proclama, donde le explica a Balac por qué es imposible maldecir a un pueblo que ha sido bendecido por un Dios perfecto.
Enseñanza
Es una declaración poderosa sobre la naturaleza inmutable de Dios. El versículo establece un contraste fundamental entre Dios y los seres humanos. Las personas mienten, se arrepienten de sus decisiones y a menudo no cumplen sus promesas. Dios, por el contrario, es perfecto en su carácter y veraz en su palabra. Si Él ha prometido algo, no hay duda de que lo cumplirá. Su palabra es segura y su voluntad es firme.
Confianza Absoluta
Nos asegura que podemos tener una confianza total en cada promesa que Dios ha hecho. Ya sea la promesa de salvación, provisión, protección o la vida eterna, no se basa en nuestra capacidad de ser buenos, sino en el carácter inmutable de un Dios que no puede mentir.
Fundamento de la Esperanza
En momentos de duda o dificultad, este versículo es un recordatorio de que la esperanza del creyente no es una simple ilusión, sino una certeza sólida. Nuestra esperanza se apoya en un Dios que no cambia de opinión y que siempre lleva a cabo lo que ha hablado.
Pacto Irrevocable
El versículo es un sello a los pactos de Dios con sus hijos. Él no se arrepiente de sus bendiciones, y Su palabra es suficiente para garantizar que cumplirá cada una de sus promesas.